Saturday, September 22, 2007

Ausencias

Ya te has ido y poco a poco el alba va rozando mis pupilas. No tengo sueño, no tengo sed, no tengo aire. No tengo ganas de dormir ni de dejar el tiempo pasar, sólo tengo ganas de tí.

Y cuando al fin el sol brilla alto me vencen mis párpados y entre sueños todavía siento tu sabor, el roce de tus manos sobre mi piel, tus palabras que a veces se deslizan suavemente por mis labios y otras cortan despiadadas. Y si, por algún azar, despierto sólo siento el sitio de mi cama que ya no ocupas, el calor que falta en mis sábanas, el espacio de tu cuerpo donde reposar mi cabeza, tus ojos mirando fijamente los míos.

Y cuando estoy a punto de gritar porque el mundo se hace insoportable, entonces, se oyen unos tímidos golpes en mi puerta y apareces con tu sonrisa por estandarte, tus manos por bandera y se me olvida que le había declarado la guerra a tu recuerdo.

Sin mucho cuidado entras y te haces el dueño de mi cama, de mi piel, de mis deseos. Y ya no me importa en qué punto del cielo se pierde la luna mientras no salga el sol y te avise de que te tienes que volver a ir.

Sunday, September 09, 2007

Mundos

De repente el mundo decidió quedarse agazapado en un rincón y les dejó a solas para que jugaran a buscar las caricias extraviadas bajo las sábanas. Y entre sueños de futuros insospechados y rincones inexplorados fueron encontrando verdades. Y así llegó el alba y su piel se quedó vacía de las noches en vela y de los días pasados sólo le quedó un silencio sosegado y sintió que esa vida desperdigada sobre la alfombra ya no era suya sino de otro. Un juego que a ella nunca le habían enseñado a jugar. En cambio le quedó una nueva noche de música y ruido guardada en bolsillo y muchas otras que quedaban por venir. Y en el instante en que su cabeza reposó sobre el hombro que yacía junto a ella algo se rompió con un ligero crac y el mundo volvió pero ya no era el mismo.