Todavía siguen tus ojos expectantes mirándome desde el otro lado de la mesa. ¿Qué esperas? No voy a enseñarte mi jugada.
Y me ha dicho el del camión de la basura que esta noche pasa y me recoge los recuerdos. Pero es que el tuyo ya sabe el camino de vuelta y se colará por la ventana como un gato callejero.
Y la luna se ha aburrido de que le cante al sitio vacío que queda en mi almohada y me ha dicho que cierre la ventana pero ¿cómo voy a cerrarla? A lo mejor quieres volver a entrar.
Y sé que creerás que estoy loca, que no es normal odiar a una taza de café. Pero ¿sabes qué? nunca he querido ser normal.
Y me ha dicho el del camión de la basura que esta noche pasa y me recoge los recuerdos. Pero es que el tuyo ya sabe el camino de vuelta y se colará por la ventana como un gato callejero.
Y la luna se ha aburrido de que le cante al sitio vacío que queda en mi almohada y me ha dicho que cierre la ventana pero ¿cómo voy a cerrarla? A lo mejor quieres volver a entrar.
Y sé que creerás que estoy loca, que no es normal odiar a una taza de café. Pero ¿sabes qué? nunca he querido ser normal.
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